viernes, 5 de septiembre de 2014

Viñedos, Bodegas y Vinos en Carora, Venezuela

VINO EN EL TROPICO


VIÑA ALTAGRACIA

desde la terraza

               El día 4 de agosto de 2014 muy temprano en la mañana, partimos hacia Altagracia, cerca de Carora (Municipio Torres, Edo. Lara), donde florece desde los años ochenta lo que considero, un milagro de la enología, los viñedos de Viña Altagracia,  pertenecientes a Bodegas POMAR.





 


                Fuimos recibidos con un delicioso desayuno típico caroreño y la posibilidad de disfrutar de las bellas vistas de los viñedos,  desde la terraza de la casa principal, donde no faltaron las fotografías en grupo para plasmar este recuerdo.


Ing. Guillermo Vargas
                De la mano del enólogo Don  Guillermo Vargas (ingeniero agrónomo, master de enología y viticultura en la Universidad de Madrid y  formado catador profesional en Burdeos y Montpellier), que hasta hace 4 años fungía como enólogo del viñedo, que actualmente, en su retiro parcial, se mantiene como asesor y entrenador de los dos nuevos enólogos de POMAR, también como controlador  de los ensambles, anfitrión de excepcional currículum a los visitantes  y de gran facilidad oratoria.
                En su compañía fuimos llevados a orillas de un embalse acuífero central que sirve de reservorio para el riego en el viñedo y a las sombras de los samanes fuimos llevados en una suerte de entrevista al señor Vargas por la historia del milagro de  Viña Altagracia.

                Un milagro que ha surgido gracias al tesón de dos empresas que se une en 1985, Polar y Martell,  que forman Bodegas Pomar, la primera bodega productora y comercializadora de vino, con sus propias uvas, cultivadas en nuestro  trópico venezolano, fuera de las áreas geográficas típicas de cultivo de la Vitis vinífera.  El ingeniero Vargas nos contó, que durante su formación en  agronomía y en enología, él estuvo muy  involucrado en estudios de factibilidad de siembra de diversas cepas de uvas en tierras tropicales. Empresas Martell se interesó en esos trabajos  y lo contactan,  realizando la inversión con la familia Mendoza, dueños de Polar.


Tempranillo

Chenin Blanc
Lo importante es que lograron hacer crecer muchas  cepas, pero de las que dieron frutos de calidad y con rendimiento, solo fueron: Syrah de Côtes du Rhone, Petit Verdot de Bordeaux, Tempranillo de Rioja, Sauvignon de Bordeaux, Chenin Blanc del Valle de Loire, Macabeo de Penedés, Malvoisie de Languedoc-Roussillion y Muscat D’Petit grain de Frontignan y Moscatto Bianco, que se adaptaron muy bien a este ecosistema, con buena producción. El Sauvignon Blanc, se dió en Humocaro Bajo a 1100mts de altura. Usaron  sarmientos, de selección clonal, que fueron sembrados aquí con porta-injertos de uva local, dando al final el resultado actual, con mucha paciencia y técnica. Aun hoy en día siguen estudiando nuevas variedades. A diferencia de otros viñedos del mundo, el de Altagracia, goza de la posibilidad de varias cepas en un mismo viñedo.
                La aridez del ambiente, los terrenos más de 500 mts sobre el nivel del mar,  temperaturas  altas no excesivas, en el día,  templadas en la noche y mucho sol, con índice pluviométrico bajo, son características de los viñedos de Altagracia (10º 21’ Latitud Norte) con un índice heliotérmico idóneo, condiciones que lo protegen del mildiu, entre otras plagas. Hay 110 hectáreas de cultivo con  90 hectáreas en producción y  20 hectáreas  en crecimiento. Hay dos vendimias al año y tres vendimias, en la zona de viñedos  del Zulia, al sur del lago. Todas sembradas en espaldera y con sistema de riego por goteo que se activa varias veces al día.
Siembra en Espaldera
                Fue sumamente enriquecedor poder ver esos viñedos con sus diversas cepas produciendo sus bayas a punto de su vendimia, todas sembradas en espaldera, con porta-injerto  de raíces de uva criolla, que le da más resistencia a las cepas aquí sembradas. Pudimos comparar  las hojas con una ampelografía sencilla, de campo, entre la cepa del Tempranillo y de Chenin Blanc, que solo había visto en los libros. Disfrutamos de probar la uva dulce tomada directamente del racimo.

Pletóricos de orgullo a lo nuestro, nos despedimos, con la esperanza de algún día participar del proceso de la vendimia en este maravilloso y mágico lugar.



BODEGAS POMAR

 

                Posterior a este recorrido, fuimos a Bodegas Pomar en Carora. Donde pudimos apreciar lo que es el recorrido dentro de una empresa que mantiene máximos estándares industriales, de orden, disciplina,  seguridad, sanidad y  limpieza.

                Fuimos identificados y se nos proporcionó instrucciones de seguridad, dándonos nuestras gafas de protección y partimos a las bodegas.
Prensa neumática


Cubas de fermentación de Tintos
Cubas de fermentación de Blancos
                Cada una de ellas muy limpias, señalizadas y ordenadas. Todas con temperatura controlada por aire acondicionado y cada una con sus funciones en bodega. En un primer tiempo vimos las máquinas de despalillado y prensado, estas últimas de tipo neumático. Las bombas y sus tuberías para el paso del mosto a las diversas cubas de desfangado y posterior fermentación, todas ellas de aluminio con sistemas de enfriamiento y donde se sentía el hervor de la fermentación. 
En la bodega de barricas.
               Como la sed y tanto vino genera el deseo de degustar el jugo fermentado de la  Vitits vinífera , en la bodega de toneles de roble americano donde se afinan los vinos, catamos, bajo la gúia del Ingeniero Vargas, uno de los productos de Bodegas Pomar, el Petit Verdot, armonizado con un queso madurado de cabra, típico de estas tierras caroreñas.

                Seguidamente pasamos a un área mágica, la bodega de espumantes. Bodegas Pomar produce excelentes espumantes que han sido meritorios de premios internacionales y que son producidos bajo el método clásico champenoise. Especialmente el espumante Brut y Brut nature son de mis apreciados y favoritos espumantes.

Los bebés durmiendo sus lias y fermentando
                En la bodega de fermentación en botella, oscura, fresca e insonorizada, debimos pasar en pequeños grupos para ver como duermen y crecen estos delicados bebés, con sus coronitas de chapas, donde se va fementando el vino en su botella, luego de la inyección del licor de tiraje.

                Luego pasamos al ala, donde los modernos pupitres giratorios, van dando la vuelta a la botella, dejando al final sus restos de levadura y lias, en el cuello de la botella. Seguidamente la maquinaria simple pero genial, donde una vez congelado el pico de la botella y sus restos de fermentación, son expulsados y casi de inmediato se les añade el licor de expedición y su tapón definitivo.  Sin dejar de lado todas las normas de limpieza y seguridad, que caracterizan todas las áreas visitadas. 



Pupitres giratorios



 
 

Congeladora y Lias congeladas en cuello de la botella.
Como si se tratase de un  castillo medieval, bajamos hacia un oscuro sótano, donde apreciamos los viejos y aun en uso, pupitres de madera donde reposan los espumantes en fermentación más prolongada y por el método más clásico.  En un área dispuesta para recibirnos, fuimos obsequiados con las burbujas y aromas del excelente espumante, Pomar Brut.




Pasamos finalmente a degustar de un delicioso y merecido almuerzo, armonizado con los caldos de Pomar. Entre ellos destacó en el postre, el Frizzante de uva Moscatel , con ese punto de aguja, ese dulzor y esos aromas a melocotón en almibar,que son sublimes.


Grato recuerdo el de toda esta visita que espero también repetir, dejando un sentimiento mucho orgullo a mi Venezuela y de lo que somos capaces de hacer cuando nos lo proponemos.

LINKS

Notas de Cata Espumosos Bodegas Pomar

http://youtu.be/mJAe31vgW70

               











 



               

 

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